La evolución de la industria automotriz ha planteado numerosos desafíos a lo largo de su historia. Uno de los primeros y más fundamentales fue encontrar la mejor manera de transmitir la fuerza generada por el cigüeñal del motor a otras partes del vehículo. En sus inicios, se utilizaron ruedas dentadas para este propósito, luego se adoptaron cadenas de acero o aleación. Finalmente, el avance tecnológico permitió la introducción de materiales como la fibra de vidrio, el caucho y el nailon. Estos nuevos materiales no solo redujeron los costos de producción, sino que también minimizaron la fricción y el ruido.
Hoy en día, dos tecnologías compiten en el ámbito de los sistemas de distribución de motor: las cadenas de distribución y las correas de distribución. Motivo por el que no es raro encontrarnos con un Kit de distribución y bomba de agua Volkswagen.
Ambas tecnologías, cuando están en buen estado, aseguran un funcionamiento óptimo del vehículo. Sin embargo, existen diferencias notables entre ellas. En resumen, las cadenas tienen la ventaja de requerir poco mantenimiento y ser altamente duraderas, mientras que las correas, aunque necesitan un mantenimiento más regular, contribuyen a una menor emisión de ruido del motor.
El papel del kit de distribución en nuestro auto incluye:
- Sincronización de los tiempos del motor.
- Control de la apertura y cierre de las válvulas de escape.
- Inicio del motor.
Para comprender a fondo el kit de distribución, es crucial hablar de su componente principal: la correa o cadena, dependiendo del diseño del vehículo. Esta pieza es la encargada de garantizar y sincronizar el movimiento constante entre los pistones y las válvulas del motor.
El kit de distribución también incluye otros elementos, como tensores y correas guía, todos ellos sujetos a un desgaste significativo. Por lo tanto, es de vital importancia realizar revisiones periódicas para garantizar el óptimo funcionamiento de todo el sistema.
La inspección regular del estado de la correa es fundamental, ya que la falta de atención a este componente puede resultar en una avería en la transmisión, lo que podría ser costoso de reparar.
Se recomienda reemplazar la correa al alcanzar los 80,000 kilómetros de uso. Además, es importante destacar que, al cambiar esta pieza, se debe aprovechar para verificar y, si es necesario, reemplazar otros componentes, como la bomba de agua.
Conclusión sobre el papel del kit de distribución en nuestro auto
En este sentido, es crucial mencionar que si la bomba de agua presenta fugas de líquido refrigerante, la vida útil de la correa se verá considerablemente reducida. Por lo tanto, es esencial realizar una revisión exhaustiva durante el proceso de sustitución.